Cómo desarrollar la fortaleza mental de los atletas de secundaria

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El deporte tiene múltiples aspectos positivos tanto para los niños y adolescentes como para los adultos. Sin embargo, cuando el deporte se eleva a un alto nivel se debe controlar muy bien el estado psicológico de las personas y sobre todo de los adolescentes. Si ya es difícil llevar el control del estrés, la fatiga, la presión, el entrenamiento y todas las otras situaciones de la vida diaria para un adulto, imaginemos lo difícil que resulta para un niño o adolescente. Una característica propia de los atletas de alto rendimiento es su constancia, perseverancia y fortaleza ante los duros periodos de entrenamiento y el estrés de la competición. La fortaleza mental que debe tener cualquier deportista de élite es muy importante para su buen desarrollo profesional y personal.

Esta fortaleza mental no es solo crucial para el deportista y para su deporte, sino que también es una característica que divide, en muchas ocasiones, a aquellos que alcanzan el éxito en múltiples aspectos de la vida. No cabe duda de que los deportistas se enfrentan a un gran estrés tanto en la competición como en otros aspectos de la vida. Es por tanto transcendental que trabajen en un desarrollo mental que les permita alcanzar la fortaleza mental suficiente para enfrentar cualquier aspecto de los comentados anteriormente. En el artículo de esta semana vamos a analizar los objetivos que debe tener cualquier deportista adolescente para poder sobrellevar esta presión y lograr alcanzar una buena fortaleza mental. De ello depende que sea capaz de superar la presión, desarrollar correctamente sus estudios y alcanzar las metas deportivas que se establezcan al inicio de la temporada.

Por otro lado, no queremos dejar de pasar la oportunidad para manifestar que es muy importante también que los profesionales que trabajan con estos deportistas adolescentes sean capaces de entender que están delante de personas en desarrollo. Muchos entrenadores carecen de los conocimientos y de preparación para tratar a estos deportistas de la mejor manera posible. Desde aquí manifestamos que siempre se debe contar con profesionales cualificados y graduados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. A continuación, enumeramos una serie de pautas importantes a seguir para lograr una buena fortaleza mental durante la adolescencia.

¿Cuáles son las principales características de una buena fortaleza mental?

Actitud positiva

En primer lugar y, desde mi punto de vista, el más importante de todos los aspectos que se deben desarrollar para obtener una buena fortaleza mental es tener una actitud positiva. Esto es fácil de decir, pero difícil de realizar. A pesar de lo que muchos puedan pensar una actitud positiva se trabaja y se desarrolla.

Existen personas que, por naturaleza, poseen una actitud positiva ante ciertos aspectos de la vida. Desde que nacemos nos exponemos a estímulos externos que crean nuestra personalidad y nuestra forma de ser y hay personas que debido a los acontecimientos vividos son de una manera o de otra. Sin embargo, la actitud positiva se puede trabajar. Esto es realmente importante ya que el rendimiento de un deportista adolescentes puede depender, en muchas ocasiones, de esta actitud positiva (1). Pata trabajar esta actitud positiva el atleta debe centrarse en sus fortalezas y en sus debilidades.

Una vez reconocidas y asimiladas se deben trabajar para potenciar unas y mejorar las otras, pero siempre con una actitud positiva. Todo ello está intrínsecamente relacionado con la propia autoestima y la autopercepción. De hecho, Lochbaum M. y colaboradores encontraron que una actitud positiva y un aumento de la confianza son determinantes del rendimiento  (2).

Controlar la presión

En segundo lugar, rendir bajo presión es algo que el ser humano tiene complicado. A pesar de que nuestros antepasados sabían responder en momentos de muchísima presión (cuando tenían que cazar, por ejemplo, o cuando tenían que defenderse de un depredador), actualmente nos cuesta rendir cuando estamos sometidos a mucha presión. Tanto es así que ya existen estudios que definen el estrés como un problema de salud durante la adolescencia (3). Además, desgraciadamente, todo esto se vio agravado por la pandemia de la COVID-19 y está teniendo mayor visibilidad actualmente (4).

Como podemos observar, el estrés y la presión son dos grandes factores que puede provocar un descenso del rendimiento del deportista tanto en la competición como en su vida académica. Es por lo tanto de vital importancia que los adolescentes aprendan a manejarse bajo presión y posean las herramientas para mantener una buena fortaleza mental. Los deportistas adolescentes de forma directa o indirecta sienten presión por ganar y por impresionar a familiares, amigos y entrenadores.

Hemos de trabajar para que no sientan esa presión y, de ser así, que sepan controlarla. Entre las muchas técnicas para manejar la presión y mantener una buena fortaleza mental destacamos la visualización, el control de la atención o la respiración controlada (5). Y no solo eso, si no que debemos de imponer tareas que precisen de tomas de decisiones bajo presión, resolución de conflictos internos y aceptación de la derrota. El papel del entrenador es clave en todo este proceso y por eso debemos contar con profesionales cualificados. De hecho, se ha demostrado que la relación entre el entrenador y el atleta y su forma de comunicarse es importante para el rendimiento (6).

Establecer metas realistas

Por último, en tercer lugar tenemos el establecimiento de metas realistas. Para mí, es uno de los más importantes para tener una buena fortaleza mental. Cuando establecemos metas que podemos llegar a lograr el deportista se concentra en alcanzar ese nivel. Sin embargo, si las metas son infraestimadas o sobreestimadas el atleta comienza a perder la motivación o a verse superado por la meta a alcanzar y decae su fortaleza mental. No debemos de imponer los objetivos que nosotros queramos lograr como entrenadores si no centrarnos en las metas que puede llegar a alcanzar el atleta.

Para esto, es necesario conocer la situación personal del atleta en cuestión puesto que no es lo mismo que el deportista se encuentre interno en un centro de alto rendimiento a que viva con su familia en su origen natal. Igualmente, no es lo mismo que el atleta tenga 10 años que tenga 16 años. El establecer metas muy ambiciosas durante la niñez puede provocar que el deportista se “queme” rápidamente y que no logre alcanzar al mayor rendimiento personal. De hecho, se conocen muchísimos casos donde jóvenes estrellas son fichadas por grandes equipos y en los que se tiene puesta demasiadas expectativas y acaban fallando por no tener la suficiente fortaleza mental.

Un gran ejemplo de esta fortaleza mental lo podemos ver en las hermanas Williams. La película basada en hechos reales “Método Williams” que recomendamos encarecidamente muestra la vida de las dos tenistas y ejemplifica de una forma espectacular como una buena fortaleza mental promueve el éxito deportivo. Estar enfocado, trabajar día a día y potenciar una buena fortaleza mental define el éxito o el fracaso en muchas ocasiones.

La fortaleza mental ¿Fácil o difícil de encontrar?

Decir que encontrar una buena fortaleza mental es tarea fácil sería mentir. Lo que realmente es fácil es querer encontrarla. Lo difícil es hacer entender a jóvenes y adolescentes que es un aspecto clave dentro del rendimiento deportivo. Y más difícil todavía es que los deportistas jóvenes crean que deben trabajar esa fortaleza mental. Sin embargo, de forma indirecta como entrenadores podemos ir trabajando esa fortaleza mental por medio de pequeños ajustes dentro de cada planificación. Para finalizar vamos a enumerar algunas estrategias que pueden hacer que el deportista mejore su fortaleza mental sin darse cuenta.

Una de las cosas que más presión provoca a los deportistas es la competición. Todos somos conscientes de que una competición pone nervioso a cualquiera y más cuando hay muchas expectativas en esa competición. Si, por ejemplo, tenemos el campeonato de España dentro de 6 meses no debemos de estar constantemente hablando de esa competición si no que podemos evadir al deportista hablándole de competiciones menores que estén más próximas. Podemos demostrarle cómo ha mejorado en el último trimestre y centrarnos en sus mejores para el siguiente trimestre o podemos ponerle un objetivo a corto plazo que “elimine” esa competición de su mente.

Por otro lado, haciendo referencia a uno de los grande entrenadores del fútbol español, la clave es ir “Partido a partido” o “Entrenamiento a entrenamiento”. El éxito se logra cuando cada entrenamiento es la competición más importante. Los entrenamientos sirven para mejorar y si exprimimos cada entrenamiento al máximo la mejora será clara.

Por otro lado, y para nada menos importante para lograr una buena fortaleza mental es mantener un equipo de trabajo sana y una cohesión entre entrenador y deportistas de calidad. Fomentar una buen ambiente de grupo y una vida más allá del entrenamiento es crucial para una buena fortaleza mental. Existe el dicho de “Lo que pasa en el campo se queda en el campo” y así debe ser. Debemos enseñar a nuestros deportistas que si un día no tenemos un buen entrenamiento no pasa nada. La vida continua y mañana habrá un entrenamiento mejor. El apoyo tanto del entrenador como del entorno fomenta una mejora de la fortaleza mental. Que los deportistas jóvenes socialicen también va a promover una buena fortaleza mental a largo plazo.

Conclusión

A modo de resumen, la fortaleza mental es una habilidad muy importante para los jóvenes atletas que desean alcanzar el éxito en su deporte. Podemos definir la fortaleza mental como la capacidad de mantenerse enfocados y positivos, incluso en situaciones difíciles. Para desarrollar esta habilidad, existen herramientas que como entrenadores debemos disponer a los deportistas. De entre ellas destacamos:

  • Tener una actitud positiva.
  • Controlar la presión.
  • Establecer metas realistas.

Por último, es fundamental que exista un buen ambiente de trabajo con una cohesión entre todos los integrantes del grupo y con el propio entrenador. De la misma manera los deportistas deben centrarse en el día a día y no estar enfocados erróneamente en la competición. Al seguir estos consejos prácticos, los jóvenes atletas podrán desarrollar su fortaleza mental y enfrentarse de manera efectiva a la competición.

Unai Adrián Perez de Arrilucea Le Floc’h

Referencias

Pensgaard, A.M., & Roberts, G.C. (2002). The relationship between motivational climate, perceived ability and sources of distress among elite athletes. Journal of Sports Sciences, 20(11), 879-891.1.       Crust L, Clough PJ. Developing mental toughness: From research to practice. Journal of Sport Psychology in Action. 2011;2(1):21-32.

  1. Lochbaum M, Sherburn M, Sisneros C, Cooper S, Lane AM, Terry PC. Revisiting the Self-Confidence and Sport Performance Relationship: A Systematic Review with Meta-Analysis. International Journal of Environmental Research and Public Health. 2022;19(11):6381.
  2. Barraza-Sánchez BE, Pelcastre-Neri A, Mario DM, Hermenegildo AYI, Ledezma JCR. El estrés como problema de salud durante la adolescencia. Educación y Salud Boletín Científico Instituto de Ciencias de la Salud Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. 2019;8(15):273-6.
  3. Reyes N, Trujillo P. Ansiedad, estrés e ira: el impacto del COVID-19 en la salud mental de estudiantes universitarios. Investigación y desarrollo. 2021;13(1):6-14.
  4. Chang MO, Peralta AO, de Corcho OJP. Training with cognitive behavioral techniques for the control of precompetitive anxiety. International Journal of Health and Medical Sciences. 2020;3(1):29-34.
  5. Choi H, Jeong Y, Kim S-K. The Relationship between coaching behavior and athlete burnout: mediating effects of communication and the coach–athlete relationship. International journal of environmental research and public health. 2020;17(22):8618.

 

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