La motivación es algo muy importante para saber manejar a cualquier atleta de alto rendimiento y de deporte “amateur”. Muchas veces los entrenadores pensamos que los atletas llegan a ser máquinas porque reproducen y reproducen entrenamientos prácticamente todos los días de su vida deportiva. Pero, sin embargo, es muy importante que los atletas no se estanquen y que tengan claros los objetivos y los fines. La motivación es difícil de mantener, todos los atletas suelen comenzar muy motivados los entrenamientos o las temporadas, pero con el paso del año la motivación va cayendo y puede ser que nuestros deportistas se estanquen y su rendimiento también. Motivar a los atletas es algo que va unido al entrenador o al preparador físico. Pero, como entrenadores debemos tener en cuenta que la motivación del atleta depende de muchos factores y que hay algunos en los que podemos interceder y en otros no.
¿Qué motiva al atleta?
Como hemos dicho la motivación del atleta depende de muchos factores. Y, de hecho, cada deportista siente motivación por una cosa y no tiene porque coincidir. De hecho, los deportistas no suelen tener las mismas motivaciones, y es que, además, las motivaciones van cambiando a lo largo del tiempo. Pongamos un ejemplo muy sencillo; Conor McGregor puede considerarse uno de los mejores luchadores de artes marciales del siglo XXI. Pero la motivación con la que comenzó en el mundo de las artes marciales es distinta a la motivación que posee actualmente. Según dicen parece que Conor McGregor comenzó jugando a fútbol y fue a la edad de los 18 después de conocer al peleador Tom Egan de la UFC que comenzó a entrenar artes marciales. La motivación de aquel entonces vino debido a que Tom Egan sembró esa semilla en Conor. Después de ganar su primer combate por “Knock-out” su motivación cambió, y es que horas después ya había firmado su primer contrato para dedicarse profesionalmente a las artes marciales y esa fue su mayor motivación. Poco a poco fue ganando combates hasta que su motivación fue llegar a ser el número uno en cada uno de los pesos en los que podía competir (pluma, ligero y wélter). Este es un ejemplo de cómo las motivaciones van variando a lo largo de la vida deportiva y lo que al principio para Conor era una motivación, después dejo de serlo. Su motivación fue variando a lo largo del tiempo, pero mantener alta esa motivación ha sido lo que le ha hecho ser uno de los mejores del mundo en artes marciales.
Fuente: https://www.abc.es/bienestar/psicologia-sexo/psicologia/abci-motivacion-202005260803_noticia.html
Con este ejemplo podemos ver que las motivaciones de cada atleta difieren entre ellos mismos y difieren en el tiempo. Podríamos decir que les motiva ser los mejores, ganar dinero, ganar un campeonato en concreto o que su familia se sienta orgulloso de ellos. No obstante, existen ciertos patrones en cuanto a la motivación a lo largo del tiempo y podemos destacar 3 motivaciones principales:
- Ser mejor cada día.
- Ganar la competición para la cual estás entrenando.
- Hacer historia.
Sin embargo, en la entrada de blog de hoy vamos a hablar de cómo hacer que nuestro atleta no se quede estancado ya sea en su modalidad deportiva o en su entrenamiento de gimnasio. Antes de comenzar con ello debemos definir 2 conceptos importantes sobre la motivación del atleta. La motivación extrínseca e intrínseca.
Motivación intrínseca y extrínseca
La motivación intrínseca y extrínseca son dos tipos principales de motivación que guían al deportista. La motivación extrínseca hace referencia a todo el entorno que envuelve al deportista mientras que la motivación intrínseca es la que depende directamente de él y de su interior. Por ejemplo, una motivación extrínseca puede ser “Quiero ser el mejor deportista del mundo porque quiero ganar mucho dinero” mientras que una motivación intrínseca sería “Quiero ser el mejor deportista del mundo para sentirme más feliz”. En psicología la motivación intrínseca y extrínseca se diferencia principalmente por aquello que se encuentra “dentro” de la persona (intrínseca) y lo que se encuentran “fuera” de la persona (extrínseca).
Fuente: https://es.dreamstime.com/illustration/motivaci%C3%B3n.html
Sea como fuere, debemos de tener claro que nuestro deportista puede tener motivaciones internas y externas para hacer ejercicio. De hecho, normalmente las personas que frecuentan gimnasios y lugares de entrenamiento suelen tener motivaciones extrínsecas e incluso visuales. Es decir, van al gimnasio por verse mejor y para que los vean mejor. Nos han vendido un patrón de cuerpo que hace que las personas sientan motivación por tener unos músculos más grandes, una cintura más estrecha o unos brazos más fuertes.
Esta motivación puede llegar a ser positiva, pero en muchas ocasiones la motivación no perdura en el tiempo y se pierde la motivación muy rápido. Es una cuestión de psicología, cuando tengo en mente lograr un objetivo ambicioso en un tiempo récord y realizando pocos esfuerzos el “fracaso” está asegurado. Por el contrario, si establezco objetivos a medio plazo, baso esos objetivos en una motivación intrínseca y no extrínseca, y dejo al tiempo que haga su efecto, el “logro” también está asegurado.
El estancamiento ¿Es normal?
Fuente: https://www.menshealth.com/es/fitness/a31149437/como-ganar-musculo-gimnasio-progresar-fitness/
Es curioso, pero parece que estar estancado es un problema. Es cierto, que el estancamiento es un proceso normal pero que a nadie le gusta. Cuando el ser humano logra un objetivo siente euforia, satisfacción, alegría por lo que ha conseguido, pero pasado un tiempo, ese logro ya no es lo que era y el ser humano tiene la sensación se haberse estancado. Y no solo pasa con el entrenamiento también pasa, por ejemplo, con el puesto laboral, con las relaciones de pareja o en la compra de una casa. Sin embargo, debemos de aceptar ese estancamiento como algo natural y hacer un repaso de donde hemos partido y donde nos encontramos ahora. Cuando nos notemos estancados miremos el punto de partida y evaluemos el proceso de crecimiento que hemos tenido en esos últimos meses o años.
Un caso muy común con los atletas de élite y “amateurs” es la sensación de estancamiento cuando se sigue un proceso de pérdida de peso o cuando estamos buscando mejorar una marca personal. Es muy difícil ser constante y no parar de mejorar. De hecho, llega un momento en el que mejorar puede incluso ser imposible. En esos momentos es cuando debemos darnos cuenta de todo lo que hemos mejorado desde que dijimos que empezábamos. Debemos de ser consciente que, por ejemplo, partíamos de un peso de 104 kg y ahora pesamos 90 kg. Debemos de darnos cuenta que corríamos el kilómetro a 4:30 y ahora lo corremos a 4:00. Y son esos logros los que nos deben hacer motivarnos cada día. Debemos compararnos con el yo de hacer unos meses y con nadie más.
Y en el gimnasio pasa lo mismo. Después de un tiempo entrenando parece que no hemos mejorado porque nuestro físico igual no ha variado todo lo que desearíamos o porque los pequeños cambios que hemos ido logrando parecen invisibles. No obstante, cuando tomamos como referencia nuestras primeras marcas, nuestros primeros pesos o nuestras primeras fotos vemos que el cambio ha sido bastante importante. Si al principio levantamos 50 kg en sentadilla y ahora somos capaces de levantar 70 kg quiere decir que hemos mejorado y que no ha habido un estancamiento a pesar de que nosotros pensemos que sí.
Fuente: https://www.semana.com/economia/macroeconomia/articulo/crecimiento-economico-de-paises-ocde-se-freno-al-01-en-el-primer-trimestre/202205/
Encontrar de nuevo la motivación
Como hemos visto la motivación del atleta depende de muchos factores y es normal que sufra fluctuaciones a lo largo del año y de los años, pero existen estrategias para que esta motivación perdida, ese estancamiento no mermen la personalidad del atleta y su afán de entrenar y de ser mejor. Para ello es muy importante que la deportista sepa que va a sufrir esto durante ciertos periodos de su vida deportiva. Como siempre indicamos, no tienes que ser un atleta profesional para sufrir esta pérdida de motivación o este estancamiento. Los deportistas “amateurs” y los atletas que frecuentan gimnasios suelen sentirse estancados en muchas ocasiones, pero vamos a ver cómo luchar contra ese estancamiento y cómo mantener la motivación del atleta.
En primer lugar, el paso más importante es que nuestro atleta sepa que va a pasar por distintas fases durante el año. No existe ningún equipo de fútbol, baloncesto, balonmano o deportista individual de natación, tenis o pádel, que no vaya a pasar por esta situación a lo largo de su vida deportiva. Por lo tanto, una buena manera de abordar de la mejor manera posible esa pérdida de motivación del atleta y ese estancamiento es ir conociendo cómo se va a sentir el atleta en ese momento.
Una vez que el deportista acepta que va a haber un periodo de estancamiento comienza a trabajar en las estrategias para salir de él y para recuperar la motivación. Por ejemplo, una manera de mantener la motivación del atleta es siendo conocedor que los pequeños logros permiten que la motivación se mantenga alta. Pongamos un ejemplo sencillo. Un deportista de los 100 metros lisos sabe perfectamente que sus marcas no van a mejorar de forma exagerada a lo largo de su vida deportiva, por lo que destinar toda la motivación a lograr tener mejores marcas puede ser un error. Sin embargo, si ponemos objetivos sencillos y alcanzables durante la temporada puede que la motivación del atleta se mantenga alta. Un ejemplo de logros pequeños y accesibles serían:
- Terminar el primer trimestre de la temporada sin ninguna molestia muscular.
- Acostumbrarme a las nuevas zapatillas que he adquirido.
- Realizar todos los entrenamientos que están pautados por el entrenador.
- Mantener la marca obtenida en el último campeonato.
Si estos objetivos plantean un pequeño reto para el deportista y se pueden cuantificar van a hacer que la motivación del atleta se mantenga alta. Puede que haya un estancamiento a nivel de rendimiento deportivo, pero no hay ningún estancamiento en las otras áreas que hemos comentado sino que hemos logrado terminar el trimestre sin dolores, con muy buenas sensaciones con respecto a las nuevas zapatillas, hemos logrado entrenar muy bien cada día de entrenamiento y además no hemos empeorado nuestra marca. Por lo tanto, hemos conseguido que nuestro deportista se mantenga motivado porque le hemos dado esas pequeñas “recompensas” a lo largo del primer trimestre. Por todo ello, consideramos que plantear objetivos a corto, medio y largo plazo es clave para mantener alta la motivación del deportista.
Y no solo eso, si no que encontrar de nuevo la motivación para seguir mejorando en el deporte es crucial en ciertas ocasiones. Si el atleta no lo consigue puede caer en la monotonía, la pérdida de foco y la desesperación. Si, por ejemplo, hemos perdido la motivación en el gimnasio y creemos que estamos estancados en un ejercicio es tan fácil como cambiar ese ejercicio y darle un nuevo estímulo al organismo. Si en prensa de piernas llevo 3 semanas sin mejorar puede que sea buen momento para darle un poco de descanso a ese ejercicio y meter una variante que me permita seguir avanzando para luego volver más fuerte a ese ejercicio.
Y esto es extensible a un método de entrenamiento por ejemplo y así lo vemos en los deportistas profesionales. Si, por ejemplo, una forma de jugar al baloncesto ya no gusta o no motiva a mi equipo va a hacer que pierda las ganas de jugar y comience a perder rendimiento. Un cambio de entrenador, una nueva filosofía o una nueva metodología de entrenamiento puede hacer que recuperemos la motivación de nuestros atletas.
Conclusión
A modo de conclusión, vamos a destacar como hacemos con cada una de nuestras entradas de blog qué define la motivación de un atleta y cómo evitar el estancamiento. La motivación del atleta depende de factores intrínsecos y extrínsecos, ambos modificables con la correspondiente estrategia. El planteamiento de objetivos a corto, medio y largo plazo es clave para el manejo de la motivación del atleta. Por último, ante situaciones de estancamiento no hay nada mejor que un cambio a nivel conductual, físico, metodológico o ambiental. De esta manera, lograremos que nuestro atleta mantenga alta la motivación.
Por otro lado, la educación del atleta es clave. Enseñarle que va a pasar por distintas etapas en su carrera profesional y que no pasa nada por perder el foco o la motivación durante un periodo de tiempo es crucial. Y, por supuesto, trabajar con él para redireccionarlo cuando esto suceda hará que nuestro atleta se mantenga de la mejor forma posible y su rendimiento también.
Unai Adrián Perez de Arrilucea Le Floc’h
Referencias bibliográficas
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