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Tablas de frecuencia cardíaca en reposo del atleta por edad y sexo

Frecuencia cardíaca en reposo: ¿qué es lo “normal”?

La frecuencia cardíaca en reposo es un parámetro clínico fácilmente medible que indica la actividad del corazón bombeando sangre en el momento que no estamos haciendo ejercicio ni nos movemos, es decir, estando relajados. Suele oscilar entre unas 60 y 90 – 100 pulsaciones por minuto, pudiendo variar a lo largo del día y disminuir por la noche (Bonnemeier et al., 2003). Varios estudios, así como el consenso de expertos, indican que los valores normales de FC en reposo en adultos se encuentran entre 60 y 90 latidos por minuto (Kannel et al., 1987), y otras asociaciones como la Asociación Americana del Corazón (AHA) defina la frecuencia cardíaca de reposo normal aquella que está entre los 60 y los 100 latidos por minuto (Mason et al., 2007).

A nivel clínico, la frecuencia cardíaca en reposo tiene una fuerte asociación con enfermedades cardiovasculares y otras causas de mortalidad (Nanchen, Leening, et al., 2013; Seviiri et al., 2018). Es posible encontrarnos datos por debajo de ese rango en atletas con buena forma que tienen una función cardíaca más eficiente. Cuando bajamos de 60 pulsaciones por minuto se habla de bradicardia, que si bien es por una buena forma física no es preocupante, pero si va acompañada de mareos o cansancio sí debemos acudir al médico. Si pasamos de 100 pulsaciones por minuto en reposo no es “normal” porque se habla ya de taquicardia.

Frecuencia cardíaca por debajo de lo normal

La frecuencia cardíaca en reposo puede descender incluso por debajo de las 40 pulsaciones por minuto en aquellas personas que están en muy buena condición física, pero hay una gran parte genética que determina esos valores, lo que explica las diferencias entre hombres y mujeres (Eppinga et al., 2016). Una frecuencia cardíaca en reposo demasiado baja podría causar mareos, aturdimiento, fatiga o incluso desmayos. Si eres atleta en buena forma física, tienes valores por debajo de 60 pulsaciones por minuto y no presentas ningún síntoma como mareo o los comentados en el párrafo anterior, no hay mayor problema en tener esa frecuencia cardíaca baja en reposo.

Frecuencia cardíaca por encima de lo normal

Uno de los grandes estudios sobre frecuencia cardíaca en reposo y salud fue el llevado a cabo por Seviiri y colaboradores (Seviiri et al., 2018). Utilizando los datos de 40.000 hombres y mujeres de Melbourne, compararon las variaciones de la frecuencia cardíaca en reposo en un periodo de 20 años para ver su asociación con varias alteraciones cardiovasculares, cáncer y otras causas de mortalidad no cardiovasculares. Los autores demostraron que un incremento de 10 pulsaciones por minuto en la frecuencia cardíaca de reposo aumentaba un 11% de riesgo cardiovascular, un 8% de riesgo de cáncer y un 20% de otras causas de mortalidad.

Cuanto mayor era la subida en la frecuencia cardíaca de reposo en esos años de seguimiento, mayor era el riesgo de enfermedades y mortalidad. A nivel muy general, propusieron 60 pulsaciones por minuto como umbral por encima del cual empieza ascender las complicaciones clínicas. Una investigación publicada en Heart define la frecuencia cardíaca en reposo como “normal” si está por debajo de las 70 pulsaciones por minuto en hombres y de 80 pulsaciones por minuto en mujeres (Nanchen, 2018). Si encontramos más de 100 pulsaciones por minuto hablamos de taquicardia, lo que necesita atención médica por poder deberse a nivel hormonal anormal, una tiroides hiperactiva, anemia u otro posible problema de salud, como una anomalía en el ritmo cardíaco.

Tabla general de frecuencia cardíaca en reposo para adultos, sin distinción de edad ni género

A pesar de su gran facilidad de medición e información clínica, no hay un consenso preciso sobre las recomendaciones de frecuencia cardíaca en reposo en adultos. Algunas de las razones por las que es complejo realizar una tabla de frecuencia en reposo general son los factores que alteran esta medida como el alcohol, la cafeína o el sodio ingerido y otros factores como la activación del sistema nervioso simpático o procesos inflamatorios (Nanchen, Stott, et al., 2013).

La frecuencia cardíaca es muy susceptible de modificarse, tanto que la temperatura del aire también puede afectar, así como la posición del cuerpo o las emociones, incluso el simple hecho de ver a alguien con la bata blanca que nos mide los latidos (Avram et al., 2019). A todo ello hay que añadir los errores de medida de la frecuencia cardíaca en reposo con técnicas de campo como la palpación manual o los monitores de presión sanguínea.

En cualquier caso, con todos los datos anteriores se pueden establecer unos valores estándar de frecuencia cardíaca de reserva (FCR) para la población general (tabla 1). Como ya hemos comentado anteriormente, estos valores son simplemente orientativos porque pueden verse alterados por muchos factores. Quedan fuera de estos valores las poblaciones especiales como los atletas, los adultos mayores y los niños. Lo ideal es encontrarnos en el rango bajo (entre 60 y 80 lpm), ya que la frecuencia cardíaca en reposo está asociada a la esperanza de vida, a mayor número de pulsaciones por minuto en reposo, menos esperanza de vida (Reimers et al., 2018).

Tabla elaborada por Joaquín Vico Plaza, redactor de Vitruve, en base a la literatura científica actual. FCR: frecuencia cardíaca de reserva; lpm: latidos por minuto

¿Cuál debería ser mi frecuencia cardíaca en reposo para mí según mi edad? Tabla de frecuencia cardíaca en reposo para hombres según su edad y nivel físico

En el apartado anterior hemos visto que hay un abanico amplio que sitúa una frecuencia cardíaca “normal” entre unos 60 y 100 latidos por minuto. Si queremos hilar más fino, podemos establecer un número de pulsaciones por minuto, siempre orientativas, en función del género, edad y nivel físico. La siguiente tabla de frecuencia cardíaca en reposo relaciona la edad y nivel físico de los hombres según su número de latidos por minuto medidos en reposo (tabla 2). Los datos han sido extraídos de los informes estadísticos del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (Ostchega et al., 2011).

Tabla elaborada por Joaquín Vico Plaza, redactor de Vitruve, en base a los informes estadísticos actuales (Ostchega et al., 2011). FCR: frecuencia cardíaca de reserva; lpm: latidos por minuto

¿Cuál es una buena tabla de frecuencia cardíaca en reposo según la edad? Tabla de frecuencia cardíaca en reposo para mujeres según su edad y nivel físico

Las mujeres suelen mostrar niveles más elevados de frecuencia cardíaca en reposo, pudiendo observar varios latidos más por minuto en cada una de las edades y niveles físicos. Las mujeres tienden a tener corazones más pequeños y un volumen sanguíneo y hemoglobina más bajos, lo que significa que el corazón necesita latir con más frecuencia para nutrir los tejidos del cuerpo. La siguiente tabla de frecuencia cardíaca en reposo relaciona la edad y nivel físico de las mujeres según su número de latidos por minuto medidos en reposo (tabla 3). Los datos han sido extraídos de los informes estadísticos del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (Ostchega et al., 2011).

Tabla elaborada por Joaquín Vico Plaza, redactor de Vitruve, en base a los informes estadísticos actuales (Ostchega et al., 2011). FCR: frecuencia cardíaca de reserva; lpm: latidos por minuto

Tabla de frecuencia cardíaca en reposo para niños y adolescentes según su edad

El Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos da unos valores de frecuencia cardíaca de reposo para niños según su edad, desde su nacimiento (Pulse: MedlinePlus Medical Encyclopedia, 2023). Recogemos los valores en la siguiente tabla que va desde el día de nacimiento hasta la adolescencia, en la que ya los valores generales son los mismos que en adultos, entre 60 y 100 latidos por minuto (tabla 4).

Tabla elaborada por Joaquín Vico Plaza, redactor de Vitruve, con datos extraídos de (Pulse: MedlinePlus Medical Encyclopedia, 2023). FCR: frecuencia cardíaca de reserva; lpm: latidos por minuto

Cleveland Clinic propone unos rangos de frecuencia cardíaca en reposo para niños similares a los anteriores, pero con algunas diferencias. Los recogemos en la siguiente tabla con la que puedes comparar y escoger la opción que más te interese (tabla 5). Como hemos descrito en varias ocasiones, los datos son genéricos y por eso podemos ver diferencias entre unas organizaciones y otras. Los datos de la tabla 5 han sido extraídos de la literatura científica actual disponible (Hofmann et al., 2013; Sapra et al., 2023; Zimmerman & Williams, 2023).

Tabla elaborada por Joaquín Vico Plaza, redactor de Vitruve. FCR: frecuencia cardíaca de reserva; lpm: latidos por minuto

¿Cuál es la frecuencia cardíaca normal de un deportista? Tabla de frecuencia cardíaca en reposo para atletas de resistencia

Hasta ahora hemos hablado expuesto las tablas de frecuencia cardíaca en reposo para la población general, pero hemos comentado por encima que los atletas suelen mostrar niveles inferiores de frecuencia cardíaca (Reimers et al., 2018). Ejemplo de ello es la noticia que se filtró hace bastantes años resaltando que el ciclista español Miguel Induráin tenía una frecuencia cardíaca en reposo de 28 pulsaciones por minuto, una cifra muy por debajo de la del resto de los mortales.

Si bien para la población general el rango estándar está entre 60 y 100 lpm, los atletas pueden tener valores mucho menores, hasta incluso 30 lpm (Reimers et al., 2018). Estos datos no son normales si no eres un atleta, por lo que si encuentras que tienes bradicardia debes acudir al médico para descartar cualquier alteración que pueda existir. La razón del menor número de latidos es que los atletas cuentan con corazones más fuertes y eficientes que permiten expulsar y mover mucha más cantidad de sangre y oxígeno por latido. Un rango de frecuencia cardíaca normal para un deportista de resistencia entrenado abarca desde las 40 hasta los 60 lpm (Reimers et al., 2018), pudiendo ser incluso valores más bajos.

¿Cuál es una buena frecuencia cardíaca en reposo según la edad del deportista?

En primer lugar, debemos diferenciar entre unos deportes y otros. Nada tiene que ver el powerlifting con el triatlón. Los deportistas de resistencia de fondo son los que muestran menores valores de frecuencia cardíaca en reposo. Los informes estadísticos del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (Ostchega et al., 2011) proponen un rango de lpm para hombres y mujeres deportistas. En función de la disciplina y estado de forma, la frecuencia cardíaca de reposo será menor o mayor.

Hemos visto anteriormente el caso de un ciclista español que tenía 28 lpm, algo totalmente fuera de lo común. Por lo tanto, los valores de frecuencia cardíaca en reposo para deportistas son drásticamente heterogénea, pero pueden oscilar entre los 40 y los 60 lpm como media, siendo siempre ligeramente superior en mujeres. En las tablas 6 y 7 se muestran los valores generales en hombres y mujeres atletas, aunque podemos encontrar rangos mucho más bajos en deportistas de fondo bien entrenados.

Tabla elaborada por Joaquín Vico Plaza, redactor de Vitruve, con datos extraídos de (Ostchega et al., 2011). FCR: frecuencia cardíaca de reserva; lpm: latidos por minuto

Tabla elaborada por Joaquín Vico Plaza, redactor de Vitruve, con datos extraídos de (Ostchega et al., 2011). FCR: frecuencia cardíaca de reserva; lpm: latidos por minuto

 

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¿Cuál es una frecuencia cardíaca en reposo alta para un deportista?

El deportista termina cuando empieza el humano. Esta frase que me acabo de inventar puede servir para responder la pregunta que busca saber qué es una frecuencia cardíaca en reposo alta para un deportista. Hemos recalcado una y otra vez que los valores son solamente orientativos y pueden variar enormemente. Sin embargo, podemos situar en 60 lpm el umbral entre donde terminan los valores generales para un atleta y donde comienzan los de una persona con buen nivel físico, pero que no llega a los valores de atleta. Por lo tanto, 60 lpm podría ser una frecuencia cardíaca alta en reposo para un deportista de élite cuya disciplina requiere un buen estado aeróbico.

 

Referencias bibliográficas

Avram, R., Tison, G. H., Aschbacher, K., Kuhar, P., Vittinghoff, E., Butzner, M., Runge, R., Wu, N., Pletcher, M. J., Marcus, G. M., & Olgin, J. (2019). Real-world heart rate norms in the Health eHeart study. NPJ Digital Medicine, 2(1). https://doi.org/10.1038/S41746-019-0134-9

Bonnemeier, H., Wiegand, U. K. H., Brandes, A., Kluge, N., Katus, H. A., Richardt, G., & Potratz, J. (2003). Circadian Profile of Cardiac Autonomic Nervous Modulation in Healthy Subjects: Journal of Cardiovascular Electrophysiology, 14(8), 791–799. https://doi.org/10.1046/J.1540-8167.2003.03078.X

Eppinga, R. N., Hagemeijer, Y., Burgess, S., Hinds, D. A., Stefansson, K., Gudbjartsson, D. F., Van Veldhuisen, D. J., Munroe, P. B., Verweij, N., & Van Der Harst, P. (2016). Identification of genomic loci associated with resting heart rate and shared genetic predictors with all-cause mortality. Nature Genetics, 48(12), 1557–1563. https://doi.org/10.1038/NG.3708

Hofmann, E., Behr, R., Neumann-Haefelin, T., & Schwager, K. (2013). Pulsatile Tinnitus: Imaging and Differential Diagnosis. Deutsches Ärzteblatt International, 110(26), 451. https://doi.org/10.3238/ARZTEBL.2013.0451

Kannel, W. B., Kannel, C., Paffenbarger, R. S., & Cupples, L. A. (1987). Heart rate and cardiovascular mortality: the Framingham Study. American Heart Journal, 113(6), 1489–1494. https://doi.org/10.1016/0002-8703(87)90666-1

Mason, J. W., Ramseth, D. J., Chanter, D. O., Moon, T. E., Goodman, D. B., & Mendzelevski, B. (2007). Electrocardiographic reference ranges derived from 79,743 ambulatory subjects. Journal of Electrocardiology, 40(3). https://doi.org/10.1016/J.JELECTROCARD.2006.09.003

Nanchen, D. (2018). Resting heart rate: what is normal? Heart (British Cardiac Society), 104(13), 1048–1049. https://doi.org/10.1136/HEARTJNL-2017-312731

Nanchen, D., Leening, M. J. G., Locatelli, I., Cornuz, J., Kors, J. A., Heeringa, J., Deckers, J. W., Hofman, A., Franco, O. H., Stricker, B. H. C., Witteman, J. C. M., & Dehghan, A. (2013). Resting heart rate and the risk of heart failure in healthy adults the rotterdam study. Circulation: Heart Failure, 6(3), 403–410. https://doi.org/10.1161/CIRCHEARTFAILURE.112.000171

Nanchen, D., Stott, D. J., Gussekloo, J., Mooijaart, S. P., Westendorp, R. G. J., Jukema, J. W., MacFarlane, P. W., Cornuz, J., Rodondi, N., Buckley, B. M., Ford, I., Sattar, N., & De Craen, A. J. M. (2013). Resting heart rate and incident heart failure and cardiovascular mortality in older adults: role of inflammation and endothelial dysfunction: the PROSPER study. European Journal of Heart Failure, 15(5), 581–588. https://doi.org/10.1093/EURJHF/HFS195

Ostchega, Y., Porter, K. S., Hughes, J., Charles, M. P. H. ;, Dillon, F., & Nwankwo, T. (1999). Resting Pulse Rate Reference Data for Children, Adolescents, and Adults: United States, 1999-2008.

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Reimers, A. K., Knapp, G., & Reimers, C. D. (2018). Effects of Exercise on the Resting Heart Rate: A Systematic Review and Meta-Analysis of Interventional Studies. Journal of Clinical Medicine, 7(12). https://doi.org/10.3390/JCM7120503

Sapra, A., Malik, A., & Bhandari, P. (2023). Vital Sign Assessment. StatPearls. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK553213/

Seviiri, M., Lynch, B. M., Hodge, A. M., Yang, Y., Liew, D., English, D. R., Giles, G. G., Milne, R. L., & Dugué, P. A. (2018). Resting heart rate, temporal changes in resting heart rate, and overall and cause-specific mortality. Heart, 104(13), 1076–1085. https://doi.org/10.1136/HEARTJNL-2017-312251

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