7 de febrero de 2022
Cómo Aumentar La Motivación Del Deportista En El Entrenamiento De Fuerza
En el mundo del entrenamiento el ámbito nutricional y del propio entrenamiento son fundamentales si queremos progresar y mejorar nuestro rendimiento, pero el aspecto psicológico, muchas veces olvidado, es fundamental para cualquiera que quiera alcanzar el éxito.
La motivación es lo que hace que el deportista actúe y se comporte de una determinada manera, es decir, la manera de canalizar y dirigir la energía y el comportamiento humano. Esta manera de actuar que cada persona tiene en determinadas situaciones puede estar fundamentada en diferentes porqués pudiendo ser factores tanto internos como externos.
Dentro del ámbito científico, la mayoría de los autores suelen distinguir la motivación en dos tipos:
- Intrínseca: hace referencia a los factores personales del propio deportista, es decir, la conducta está motivada por el propio interés personal en realizarla. Su motivo de acción se fundamenta en una serie de necesidades psicológicas como la curiosidad o la efectividad sin necesidad de que haya una recompensa externa.
- Extrínseca: esta está relacionada con aquellas causas de la conducta que provienen del exterior, pudiendo ser estas positivas, como una recompensa o negativas, como amenazas de castigo.
Entrando más en el terreno del ámbito deportivo, el entrenador es el principal motivador y por tanto, la filosofía de este, marcará la diferencia en sus deportistas. Desde su manera de comunicar con conversaciones en grupo o diálogos internos con cada deportista, hasta su propia personalidad con los deportistas, todo va a tener una repercusión en el equipo o en el atleta.
Estrategias para aumentar la motivación de nuestros deportistas
Hazlo simple y marca objetivos inteligentes
Si no lo puedes medir, no lo puedes mejorar y por ello es esencial marcar unos objetivos claros y concisos para nuestros deportistas. Puedes seguir la metodología SMART: Specific (específico) Mensurable (medible) Achievable (alcanzable) Relevant (relevante) Timely (temporal). Comienza de manera simple y progresiva controlando los parámetros que sean importantes para mejorar nuestro rendimiento (volumen, intensidad, frecuencia, densidad). Ya tendrás tiempo de pensar en qué porción del cuádriceps trabaja más si coloca de una manera u otra el pie.
Sé un buen ejemplo a seguir
Estar involucrado con entusiasmo en el deporte que se entrena crea un mayor sentido de relación con el atleta. Tengas atletas a tu cargo o seas tu propio entrenador, debes de comportarte como el mejor entrenador del mundo. Un buen modelo de entrenador se esfuerza constantemente por mostrar compasión, valor moral, humildad, honor, respeto e integridad.
Mejora la comunicación
Cada persona es un mundo y el entrenador debe de contar con las herramientas suficientes como para saber cómo comunicarse con cada uno de sus atletas. El deportista debe sentirse único y especial de cierto modo, que entienda y sepa cuál es su papel en cada momento y donde se encuentra a nivel de rendimiento para aceptar claramente las metas de las diferentes competiciones. Esto solo se logra mejorando la comunicación y sabiendo transmitir lo que el quieres que el atleta tenga en cuenta en ese momento.
Si eres tu propio entrenador, debes de conocerte y saber como hablar contigo mismo para mejorar tu propia motivación ¿Qué es lo que te mueve en tu día a día? ¿Por qué vas a entrenar al gimnasio en vez de quedarte en el sofá?…
Entrena con gente
Muchas veces el compromiso o el hecho de haber quedado con alguien para entrenar puede cambiarte la manera de ver el entrenamiento e incluso el día. Si vas con un amigo o amiga, podéis hablar, socializar, motivaros entre vosotros y exigiros más en los entrenamientos que si fueseis solos y no fuese un buen día. Si entrenáis en grupo, podéis crear ese vínculo de “tribu” que muchas disciplinas como el Crossfit desarrolla en sus salas de entrenamiento y por las que tienen tanto éxito.
Sal de la rutina, prueba cosas nuevas
Muchas veces perdemos esa motivación que nos mueve a actuar porque nos sentimos estancados o no sentimos esa emoción como cuando empezamos con el entrenamiento. Lo hemos convertido en parte de la rutina y ha perdido ese momento especial. Cambia y prueba una rutina nueva, intenta aprender algún movimiento nuevo como puede ser la arrancada, en vez de hacer una sentadilla trasera, prueba con una de sus variantes, con otro tipo de barra, etc. La monotonía puede acabar hasta con el más optimista.
Descansa de vez en cuando
Muy en consonancia con la de salir de la rutina y probar cosas nuevas, el descansar también puede ayudarte a volver con más energía, fuerza y ganas de entrenar. Es preferible que escuches a tu cuerpo y descanses cuando este te lo pida a que fuerces en exceso la maquinaria y acabes dejándolo a los 2 meses porque no puedes seguir a ese nivel con el que comenzaste.
Para Finalizar
Aún así cabe destacar que la motivación no lo es todo y cuando menos motivación hay es cuando más nos tenemos que esforzar y encontrar ese motivo para salir adelante. La motivación es el camino fácil, pero cuando pasamos por una época donde esta es escasa, debemos de lograr salir adelante ya sea por nuestros propios valores internos o nuestros objetivos externos.
En definitiva, encuentra tu meta u objetivo y estructuralo de tal manera que puedas medir los progresos, tanto un objetivo grande y más importante a largo como otros más pequeños a corto plazo pero que te ayudarán a mantener esa motivación en tu día a día. Se constante, comunícate de una manera apropiada según el contexto en el que te encuentres y date un capricho de vez en cuando, ya sea descansando o probando cosas nuevas para romper la monotonía.